lunes, 9 de julio de 2012

DESTINO






Cuando termino de vestirme pienso si el karma se está descojonando de mí. Ese pensamiento me llega porque, cuando acabo de calzarme y mi mente viene desde los campos elíseos hasta mi casa, a una vereda de la Vega Baja. En ese preciso instante,  me doy cuenta  que tengo que irme a trabajar a  una tienda de segunda mano, donde el único momento del día chic y elegante, es pasar por el escaparate de la tienda de mi amiga Victoria y poco más….el poco más es nada más.


A veces fantaseo pensando que trabajo en CH y estoy rodeado de las últimas colecciones de preciosas telas y clientas New rich, deseosas de  vestidos donde ponga clarito el nombre de mi jefa venezolana. Yo sé que sabría defenderme en esa atmósfera, califico el estilo New rich con su mellizo del vega baja Style, donde el color quisquilla es referente junto al satén con lentejuela, el pitillo mega ajustado de raso con textura pitón, un bolso de marca con letra extra grandes y unas maxi gafas de sol tan grandes que me recuerdan a los Búhos reales de sierra escalona. Al acabar de arreglarse los admiradores del Vega baja Style su único pensamiento es el siguiente, variando los estratos sociales, “que parezca que tenga dinero” o “que se note el dinero que tengo”, vivir en la apariencia o en la reafirmación de cara al público es cuanto menos agotador.
 Otra particularidad es el pelo de diferentes y marcados tintes en cortes de pelos futuristas.  Las mejores exponentes están trabajando para Juan Roig que te dicen eso de: “¿quiere mortadela con olivas? al tiempo que llama a Tere para Caja. Las conozco y a más de una les he vendido en mi tienda un MP3 para salir a andar con chándal de fricción  de los ochenta.




En la calle donde trabajo hay una fusión de estilos donde la comodidad es lo que prima. Dejo fuera a las mujeres árabes que se pasan el día sudando e inexplicablemente me dicen que están cómodas (veis, ¡lo predominante!). Otras,  van con delantales todo el día puestas, pero la imagen de película de Almodóvar no la coloquéis aquí, ya que hay manchas en el mandil de las que no se acuerdan ni como se hizo. Fuera  del estilo, están  todas sus vivencias y es realmente aquí cuando mi trabajo se hace más divertido y se enfrenta mi faceta de Vendedor con la de  cotilla. Soy experto en indagar, preguntar y saber las mil historias rocambolescas que pueden ocurrir en mi trozo de Lavapiés Oriolano.

No sé el tiempo que estaré en esta variopinta tienda,  ni que me deparara el  Karma, muy cafre de aquí para atrás, pero es de sobra conocida mi sonrisa al encontrarme en situaciones adversas, mi ganas de buscar lugares donde mi creatividad sea útil, donde no me quede helado al ver un ex mandatario vender su colección de plumas de cuándo firmaba contratos cuantiosos por falta de liquidez. Deseo escapar y olvidarme del  escaparate de cortinas que tengo enfrente de  texturas y colores sin el más gusto estético y la tienda de Bebe donde los productos que ofertan están “To guapoo” subrayado.

Ay Karma, no te olvides de mí ni de mis delirios de grandeza. Sé que sólo soy  un chico que nació al lado de una reguera y que aspira a pasar  de la working class,  a la class directamente.


Un saludo.Siempre vuestro




6 comentarios:

  1. pero nenico pon alguna coma mas, que por poco me ahogo, como aquel día que comí un bizcocho, super reseco, que me secó hasta la bilis. jejeje, pero en definitiva bastante bueno (soy yo el otro...)

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  2. Este post está "TOOOO GUAPOOOO"

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  3. cada día te superas más...MOLÓN¡¡¡¡

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  4. No puedo contigo!9 de julio de 2012, 13:22

    Quitare la foto no sea que sufras represalias . . .

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  5. me encanta tu blog estansito mío, eres lo más, soy adicto, muchos besicos desde Arbasete

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  6. El destino es un cabrón directamente. No busques más explicación

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