viernes, 31 de agosto de 2012

INCOMPATIBILIDAD




 Hay gremios con los que soy incompatible. No concibo ir a un restaurante y no salir sin pedir la hoja de reclamaciones. No sé porque, pero siento que me engañan constantemente. Tengo una amiga que le ocurre lo mismo pero con el gremio de los taxistas. Recuerdo una vez que pedí té rojo (mi bebida preferida y no por el sabor) en un restaurante  con pretensión chic,  insistí que fuera rojo no ingles de Hacendado, la etiqueta es roja. El muy cafre me trajo un vaso de agua caliente sin bolsita y dicha solución acuosa era más negra que mi conciencia. Hoja de reclamaciones al canto.

Pero la anécdota que os voy a relatar fue más sustanciosa. Aprendí una sabia lección.

En verano suelo ir al la choni-ciudad de Torrevieja a cenar, una pizzería que está en el paseo transitado. Solía ir a zona de fumadores (Odio el humo) ya que allí servía las mesas un camarero que era un Apolo, tenía unos brazos musculosos y varoniles que me dejaban sin palabras, siempre pedía un plato que tuviera peso, el verle acercarse a mí con una lasaña con canelones  haciendo malabares con sus bíceps merecía los 9 kilos que iba a engordar.

Un sábado decidimos ir con un nutrido grupo de parejas, solo estaba yo de soltero y de soltera mi querida Alicia. Yo quise fumadores, creo que solo fumaba uno, pero insistí. Nadie me hizo caso y decidieron terraza. Que nervioso y que mala leche tenia. Cuando fuimos a sentarnos, un camarero gordo, feo y con el físico parecido al hijo de I.P. me dijo que tenía que esperar a las 22:30 para poder cenar. La mirada que le clave hizo que nos prepararan la mesa a las 23:00.


Nos sentamos todos con más hambre que una leona de la sabana. Fue la decisión más rápida, todos sabíamos lo que queríamos nada más sentarnos. Como tardaban en cogernos nota, servidor comentó el parecido razonable entre el camarero y Francisco Rivera Pantoja. Antes de terminar la frase, exactamente pronunciando Pantoja el camarero apareció, cual Merlín, al lado mío para preguntarnos que queríamos, mientras su mirada se clavo en mi, juraría que me dijo mariconazo.


Pedí Tortellini al aroma de langosta con roquefort (sobre de maggi). Al cabo de 30 minutos todos los comensales degustaban sus platos con gusto y hambre, menos yo. Por no picar del plato de Alicia, el hambre se transformó en mala uva y espeté a mis amigos que no era tan complicado calentar en el microondas un plato. No había acabado de terminar cuando el clon del  vástago de I.P.  Me dejo caer (con una, muy clara, maldad) el plato dichoso y dijo con voz profunda: “sus tortellinis caballero”. Yo leí sus pensamientos y creo que quiso decir que me atragantara con la pasta, sarasa (esto último que suene a bóveda). Engullí aquel plato como una nutria.


Terminamos de cenar así como las 2 de la mañana. Yo estaba muy cabreado, ansioso y con ganas de irme a dormir. La cuenta la dejaron con una desgana tan bochornosa  que me espabile de un momento,  para decirles a todos que no dejaran ninguna propina. Me negaba  a dejarle dinero a semejante personaje. Mis argumentos no convencían, todos ponían caras extrañas (ese hecho me ponía más nervioso) y termine soltando: “A paquirrin ni agua, no le doy propinas al seboso ese”.

 Pseudo PAquirin estuvo presenciando detrás de mí todo el discurso.Salimos de la pizzeria con la certeza de que dicho barman dejo caer algún escupitajo en mi plato por que sonrió cuando nos fuimos. 


Aprendí que nunca debo  ridiculizar a nadie, ahora con mis kilos adquiridos, dicen que me traigo un aire al primogénito de I.P. y a pedir ensalada que es mas rápido de preparar.   











viernes, 24 de agosto de 2012

EN BOCA CERRADA...



Meter la pata ha sido y es una virtud adquirida el mismo día que abrí los ojos y vi a las enfermeras que me asistían en el parto fumar un ducados. No recuerdo nada, lógico es, pero estoy seguro que un recibimiento como aquel me marcó.


Las anécdotas de mis deslices se pueden contar por miles, por millones. Recuerdo una con especial cariño. Tendría alrededor de 18 años, pesaba 70 kilos y tenía un volumen capilar tan denso que parecía un querubín. Había suspendido química de la forma más boba posible, estaba intentando ver el examen de la empollona de la clase, al acercarme para ver mejor (ahí me di cuenta de mi miopía), me resbalé cayendo encima. Mi frase cuando termino el estruendo fue:”No es culpa mía”. Si lo fue y repetí un curso con solo química. Ese año me lo pasé estudiando, saliendo de copas todos los días y recibiendo clases particulares de manos de una querida amiga de Alzira.

Aprobé el curso (lo digo dignamente) y fui a agradecer a mi profesora ideal su estimable ayuda. Le lleve una tarta de chocolate (babeo aun cuando oigo la palabra chocolate) y estuvimos riéndonos, criticando (tónica mía) y comiendo. Sonó el telefonillo de la puerta y ella se levanto a descolgar y preguntar quién era, me dice que viene Manolo…¡¡¡MANOLO!!! Manolo era en una escala de plasta de 1 al 10 yo le pongo 1320. Era tan pesado que la losa que cubre al dictador es comparada a él como una grácil pluma, de esas que a veces suelto sin querer. Pues eso, que Manolo era la persona que menos quería ver allí. Me puse muy nervioso, le suplicaba que me escondiera debajo de la cama. Ella me rogaba que no me preocupara. Yo le imploraba que me ocultara en la bañera y ella me decía  que no era tan pesado. Yo le respondí:”Que sabrás tú, es un plomizo de tío”, estas palabras sonaron y resonaron.
 Entró Manolo viéndome a mí moverme de un sitio a otro. Le dije que el café me ponía nervioso. Ella se acerco a él y le dio un beso en la boca. Un beso tierno y muy romántico. Conforme seguían besándose y mirándose, mi vergüenza crecía al igual que la desconfianza en nuestra economía.
Si, fui un ogro. Ese hecho me hizo reflexionar sobre muchas cosas:

A) Meto la pata más que hablo.
B) La tarta de chocolate estaba buenísima.
C) Lo que para mí es un asco para otros es un tesoro.
D) Estaba realmente delgado, podría haberme metido debajo de una cama.
E) El amor te hace ver príncipes azules donde  suele haber troles.

Al cabo de muchos años coincidí con los dos. Fueron a comprarme unos electrodomésticos, el me dijo antes de nada que no quería ser pesado y que me los compraba a mi. El sentimiento de ser una mala persona me hizo antes de nada pedirles perdón sincero. Perdón por haber sido tan prejuicioso y tan frívolo.

Ah!, y su venta me repercutió 500€ de comisión.






viernes, 17 de agosto de 2012

APOCALYPSE NOW?



Ha pasado el 15 de agosto y este verano llega a su fin. Estoy deseando que acabe, no lo puedo disimular. No soporto el verano, el sudor ni los estilismos horteras que pululan a doquier por las ciudades costeras. El estilo “todo tiene que estar pegado” se ha apoderado de todo bicho viviente que suelte plumas, yo por si acaso no salgo de mi casa. Este verano se ha mezclado fiestas de mensajes  con primas de riesgo e intervención económica con bañadores turbo made in china con  etiquetas falsas de Calvin Klein (solo de pensarlo se me eriza el pelo de las piernas). Creo que los mayas van a tener razón, este mundo llega a su fin.

Aun quedan algunos días para que acabe el mes más ordinario de todo el año, pero tengo ya un balance. Este verano puede tener un titular contundente: El verano surrealista. Desde junio he visto de todo en todos los ámbitos: Ver a varios chicos de pedanías murcianas inflarse a anabolizantes y tortillas sin yemas, luciendo camisetas de tirantes antiestéticas y bermudas más propias de ser shorts femeninos. Que mezcla más desconcertante,  afeminadisimos gais que están hipermusculados. La prima de riesgo rozando los 600 puntos básicos, aquí reproduzco lo que dicen los diplomados en economía en la prestigiosa academia de la Noria TV, todo son catástrofes en dicha academia. Una fiesta en la playa de temática gay donde el mal gusto y la pluma exagerada engulle algún ápice de diversión, aun tengo en mi retina a un grupo de lesbianas que humillan al gesto de la victoria, dándole un sentido subjetivo que me causa malestar y vergüenza ajena intensa. Una prostituta árabe que ha aireado los escarceos sexuales con varios futbolistas y como premio, la ex gorda, Karl Lagerfel la pone a desfilar en el desfile de lencería. De nada sirve para este engendro pellejoso tener que ser anoréxica, hay que presumir de ligerita y bastante fresca también. Gabrielle baja del cielo haute couture y  tráete una maza con pinchos para darle en la cabeza. Estos son algunos hechos, pero estoy seguro que si nos pusiéramos a escribir saldría el pentateuco 5 veces.

 ¿Sera esta cadena de sucesos una forma divertida y frívola de tocar las trompetas de la apocalipsis los jinetes dichosos?


Aunque no todo ha sido tan tenebroso, los Ángeles apocalípticos  me han dado momentos inolvidables. Como disfrutar de varios encuentros con mis amigos donde reír ha sido la tónica, criticar ha sido lo imperante. Presenciar el Misteri, creo que ha sido mi descubrimiento musical y escenográfico del lustro. Una tarde con un ex, en mi serie favorita dicen que quedar con un ex es erróneo, si te gusta maldices por que se ha terminado, y si no ha sido de tu agrado, te preguntas por qué quedaste, Que sabias las chicas. La  conclusión se queda para mí. Pasear por Alicante y descubrir una tienda pequeña de moda que tenían a Carven y Isabel Marant (firmazas de moda), en ese mismo momento que vi la maravillosa tienda, no paro de leer "el secreto" e intentar aplicármelo. YO QUIERO TRABAJAR ALLI.

Saber si estamos a la puerta del apocalipsis es difícil. Yo vivo el día a día y no pienso en fatales desenlaces, siempre estará Nicolas Cage(con su mata de pelo de algún hindú) para salvarnos. Tengo unas ganas tremendas que se vaya el calor sofocante, Agosto, la ropa de verano y deseando que todo vuelva a mi normalidad. Pero si se va a acabar el mundo,  me dejo el régimen ya mismo.






miércoles, 15 de agosto de 2012

ELLA Y EL PAIS DE LA MARAVILLAS




Me siento muy orgulloso de mis amigos, de cada uno de ellos. Todos son diferentes pero hay similitud: es que los quiero y me quieren.
Os voy a hablar de una de ellas. De la persona que más se parece a mí. Ella es muy especial para mi y todo el ministerio de sanidad. Os voy a contar nuestra historia desde el principio; una historia que espero sea además para siempre.

Yo tendría alrededorde 14 años cuando mis amigos y yo nos presentamos a un grupo de chicas en la ciudad choni de Torrevieja. Por aquel entonces yo era lo más parecido a un super pueblerino: llevaba bermudas con zapatos. Yo sabía que las chicas no eran mi preferencia a la hora de intimar,pero fingía que el grupo de chicas podría ser de mi interés. He decir que me llamó la atención ella. No era por su rubio natural ni su forma especial de reírse. Pero no fue en ese mismo instante cuando empezamos la amistad. Ella no se fijó en un chico garrulo y que le llegaba por el ombligo (si, soy bajito)
.
Fue al cabo de 10 años cuando nos encontramos por una amiga en común. Fue en un local de ocio en el cruce del Raal, este sitio fue el paradigma de la fiesta de toda la región de Murcia. Llevaba una embriaguez extendida por todo mi ser, me acerqué y le dije: “Yo a ti te conozco”. La sorpresa se instauró en su cara al ver un chico delgadísimo,estiloso y con ademanes de más. Pero desde ese mismo momento se fueron sucediendo los encuentros hasta que nos dimos los teléfonos.Después se dieron citas sorprendentes, cenas temáticas donde la risa siempre iba acompañada del cotilleo mas feroz. Hubo un tiempo que instauramos el día del cine de terror Nipón. Eran los jueves, duró 2 meses ya que mi miedo me hacia ver chinas reptando por el pasillo de mi casa.
Decidimos irnos una semana de vacaciones a Punta Cana, donde conocí a otra de las persona mas importantes en mi vida. Ella tendrá otra entrada, por que se lo merece. En dicho viaje nos ocurrió de todo a todos, lo primero fue en la primera fiesta a la que acudimos del hotel, en la playa donde nos pusieron la letra escarlata de “Cotillas four”. Por ser el más incisivo de los cuatro, el sol santodominguero me castigó con una alergia a él. Mi piel pasó de firme y suave, a firme y granulada. Un mosquito con muy mala uva se posó en su pierna kilométrica e intercambió fluidos. Ese mismo mosquito se posó en mi brazo pero giro la cabeza 5 veces y se fue.Cuando cogimos el avión para volver a nuestro redil, servidor se tomo 2 valiums con un botellita de vino (no es recomendable pero me hizo dormir 7 horas ). Cuando desperté vi a mi pobre amiga retorcerse de dolor y mareo, se había tirado 7 horas vomitando y con náuseas, un baño lo clausuraron por ella. Me dijo una sentencia que os puede ayudar mucho. Me cogió de la pechera y soltó: ”cuando te pasa algo así en casa, piensas que si te ocurre fuera te mueres; pero Churri , no te mueres, lo pasas francamente mal y sobrevives”.Siempre dándome consejos


Se que estamos puestos en la vida para coincidir,para picarnos, para decirnos: “Te lo dije”, para consolarnos,para reírnos y para hacernos la vida más fácil y divertida. Ella ha estado en los mejores momentos de mi vida y en los peores me ha ofrecido su regazo, una ensalada y cosas que sólo ella y yo le damos la importancia que merece. Es muy malo conocerse, pero yo lo veo bueno. Alicia te conozco y me conoces.








viernes, 10 de agosto de 2012

LA FELICIDAD DE ELEGIR








Hay momentos en tu vida en que tienes que elegir. Momentos en lo que tienes que decidir qué camino elegir, FP o BUP (soy del antiguo régimen), pelo largo o corto y tantas cosas que creo que no son momentos, sino toda la vida.



Hay personas que son fáciles para decidir, otras les es imposible ya que las dudas las llevan incrustadas en su mente, como crustáceos marinos a las rocas salientes y personas que les gusta obligar a que elijan por ellos y por sí mismas. Este caso último citado me recuerda a una chica que conocí hace ya algunos años y le pondré el nombre de Belinda ( es por dar anonimato). Belinda tenía un novio bastante anodino, espantosamente feo y con unos ojos azules tan intensos, que me recordaban a medusa, la gorgona. Pues este chico poco agraciado se compró un potro, recuerdo su afición a la hípica y a los crucigramas del periódico local, no sé si Belinda sabía que los animales necesitan de muchos cuidados, atenciones y por ello, ella se vio relegada a un segundo plano. Belinda es de un orgullo casi enfermizo y de una mala uva, no podía quedar detrás de un animal de cuatro patas. Un día ocurrió el hecho que cambiaria toda su vida, le propuso que eligiese, con una frase que siempre quedara en mi memoria:" El caballo o yo", …Él eligió el caballo. He de reconocer que cuando me lo contaron estuve riéndome durante 3 semanas, Belinda me cae fatal (lo habréis notado). Yo creo que también hubiera elegido el caballo, soy fan desde que vi la película de Barbie veterinaria, y si me hubiera puesto en mas dilemas hasta el cactus de mi vecina hubiera sido mi elección antes que Belinda mala-uva. Nunca he soportado los chantajes ni las encrucijadas. Toda decisión tiene sus consecuencias, la suya fue que se quedo colgada y sin pareja. Las consecuencias de Belinda son fatales para personas que pasamos el epicentro de la treintena,.


Yo soy de fácil elección, sé lo que me puede ir bien, si es de mi talla.Sé también lo que le viene mejor a mi corazón y vida.  He de ser humilde, no es que sepa lo que mejor me viene, es que soy muy rápido.Esa rapidez conlleva que te equivoques muchas veces, pero mi orgullo me hace que no lo reconozca. Cuando tenia 14 años elegí estudiar electricidad, solo el nombre me crea ansiedad, todo el mundo me decía que no tenia madera, que ese no era mi camino, que buscara algo mas artístico, no les hice caso y de hecho fundí todos los plomos de mi casa al intentar cambiar un enchufe sencillo.Pero también he de decir que hubo un tiempo que solo supe lo que no me gustaba, pero no sabía lo que me hacia feliz. No hay mayor infelicidad que no saber por qué prisma hay que pasar para que luz estalle en 3000 haces de luces vibrantes y centelleantes. Ya lo dijo el gran Rogelio de Bob Esponja, "La felicidad me hace feliz".





Una sencilla frase pero una gran verdad.








lunes, 6 de agosto de 2012

SALE



Otro año que me quedo sin poder irme de rebajas como Dios manda,  no poder ir a recorrer calles y calles con la billetera llena (esto último nunca)… ¡¡¡Ir de rebajas!!!.

Siempre me hacía una lista con los fondos de armario que debía comprar pero que nunca he seguido. Siempre acababa con unas rarezas como un gorro de lluvia de Armani, un blazer de entretiempo de Kenzo y un trench de Purificación García,  un súper error ya que nunca llueve en Orihuela, el entretiempo lo oímos solo por boca de Albert Albiol (chico guapísimo del tiempo) y gabardina es una prenda que te pones para que seas criticado y vapuleado. Lo mas bonico que me dijeron fue versión pueblerino de Colombo (sé que todos hablabais a mis espaldas). Con dinero en el bolsillo soy muy peligroso y si tengo que sumarle un fracaso amoroso,  entonces me convierto en una bomba atómica para mi pobre cuenta bancaria.

Haciendo repaso de todo mi armario y de las cosas inservibles que tengo, me doy cuenta de que el 75% no me viene, el 10% es más antiguo que el baile de Whigfield allá por 1994 y el restante es lo que me pongo compuesto de ropa prestada, heredada y algo descolorida. Las prendas y objetos que suelo acumular fruto de compras compulsivas, solo los frutos obtenidos bajos los  efectos de un fracaso amoroso o un ingreso extra. Lo confieso, soy adicto a todo lo que me de placer, y el éxtasis que me produce pasar la tarjeta es como estar en el séptimo cielo. Pero tardo poco en bajar. Cuando no pueden pasar la factura del teléfono y te llaman de la oficina bancaria para decirte con total confianza, “la factura del teléfono quién la paga,¿ LÓccitane?”.Ahi es cuando bajo. Todo es perecedero y lo que antes es imprescindible se convierte en fácilmente olvidable Ahora recuerdo el fin de una de mis camisetas favoritas,  una vez que fui a mi armario a por ella  y presencié que mi querida gatita había parido encima, se coló por la noche, sigilosa como es ella. Entonces observé que una camiseta que era de mis preferidas albergaba ahora 5 mininos, me pareció que le quedaba mejor a ellos que a mi, ya empezaba a ensanchar mis abdominales oblicuos.Es lo que tiene tener un armario abierto.


Despues de años shopping y compras carisimas e inservibles, veo que todo tiene un principio y fin. No debería estar tan pendiente de las compras ni de adquisiciones de firma, ni mis fracasos amorosos deberian ser curados con compras compulsivas.Mi visión de mi gata dándole de mamar a los mininos me hizo ver que nada como el contacto personal y las relaciones afectivas para curar todo, por que cuando la vida empieza, todo cambia.

















jueves, 2 de agosto de 2012

COPY


Me llamo Antonio Pérez, soy como tú, pero tengo un don, es el don de ver falsificaciones. Mi abuela lo llamaba churros con lazo, esperan que no les digas a nadie lo que realmente son. Si quiero hablaros de ello, primero tengo que contar su historia.


Yo era muy de aquí, de mi Vega, lo que se entiende por antes muerto que llevar ropa de grandes oportunidades y si  por ello era necesario utilizar cocodrilos con velcro, pues se utilizaban.  Aunque era el primero  que cuando tenía ahorrado,  lo gastaba  en “Caliente” (la única tienda con símil de la milla de oro de Madrid) y sentía tal alegría que ese día lo anotaba en el calendario en rojo.  A lo que iba. Un día de junio, hace tres años, con un calor impresionante, dos de mis mejores amigos me contaron de un almacén de imitaciones perfectas y con una leyenda urbana,  que eso siempre da más caché. Una mujer rica de Murcia compraba compulsivamente allí, ¡eso es una garantía de éxito!.  Decidí ir, ese mes necesitaba comprar, había tenido un fracaso amoroso (Una mata que no había crecido) y tenía solo 25€, cosa que en dicho almacén arrasaría.
 
Después de 1 hora y media para encontrar el Universo copia entre la huerta murciana, dimos con él, me lleve un chasco, era un almacén de tractores remodelado con cajas de naranjas llenas de polos de “La martinez” y colonias de “Loewer”. Me sentí fracasado. Me dediqué  a escarbar entre las cajas, las estanterías para encontrar la ganga o el polo que menos falso pareciera mejor dicho,  y encontré entre pantalones “Tommi” y polos de “Lacrosse”,  dos polos de dicha marca que parecían auténticos (parecían porque el cocodrilo no se cayó cuando lo cogí y ponía “Lacoste” en la etiqueta). Lo compré de dos colores a 6€. Al final, estaba agotado y mareado, creo que fue por el intenso olor a gasolina que allí flotaba.

Salimos a las 2 horas de entrar, estaba mareado, era como si me hubiera tomado 3 chupitos de Bourbon. Ocurrió entonces un hecho impredecible, un tío guapo, con gafas de sol y un cuerpo tan perfecto que parecía un dios venido de un desfile de Dolce & Gabbana, me pidió mi nombre. Le di hasta el teléfono (el mareo me quito mi vergüenza), el me dijo que no hacía falta mi numero, eso si quería lo que había comprado, le dije que no era su talla y me dijo: “Soy policía, te confisco lo que has comprado y no me molestes mas o te envió a retén”. Qué bien habla la policía, con sentencias así le daba hasta la ropa que llevaba. De allí echamos por patas, cuando habíamos maniobrado para salir del infierno falsificación, vi a la prensa aparecer y fotografiar a todo el mundo que cogieron dentro del asqueroso habitáculo.

Al día siguiente, nada más levantarme, compre el periódico de Murcia para ver las noticias suceso y no aparecía ni el coche de mis amigos, y lo más tranquilizador, ni yo.

Después de esta súper lección que me dio la vida decidí no depositar mi alegría en compras y adquisiciones de marca que supuestamente te dan un status y menos falsas. Colorearía en rojo los días donde había sido feliz por situaciones reales, auténticas, bonitas y nada palpables como un abrazo fuerte en el punto geodésico de la sierra de Orihuela, reírme a mandíbula batiente, probarme un pantalón de Mássimo Dutti y ver el pedazo de culo que me hacía,  mientras toda las personas allí congregadas se reían de mi cara de asombro, escuchar a  mi amiga Alicia decir que se va a la India por Amor ,no es que se haya enamorado de un hindú, su novio está ilusionadísimo por ir y ella va (no apeteciéndole nada) .Todas estas vivencias  hacen que te sientas vestido por dentro de la mejor de las firmas, el amor en todas sus versiones.


Desde que asumí el don de ver falsificaciones, el cuerpo que tengo( no me queda otra) y mi condición de curioso-cotilla mi vida está marchando de una forma distinta, no sé a donde llegaré pero se que será un buen destino

Un saludo