Paseando solo por las calles
de Murcia el domingo pasado, (había quedado con un grupo de amigos y estaba de
esta forma haciendo tiempo), me di cuenta de un hecho de importancia cósmica.
Fui de la manera más tonta consciente (lo sé, es también algo
incongruente), que los domingos por la
tarde no están hechos para gente soltera. Por donde pasaba encontraba parejas
de todo tipo, sexo y condición. Todos miraban al que caminaba solo (ese era yo)
con una mezcla de compasión y extrañeza .
¿Un soltero que está
despierto y sin resaca, un domingo a las 4 de la tarde? La tarde la pasé
cavilando de más en ese hecho acontecido.
Días más tarde, en una de las
llamadas de rigor con mi alma gemela, salió un tema escabroso. Nos hicimos eco
de un suceso acaecido en Francia, aun me
produce repelús nombrarlo. Un hombre fue encontrado momificado en su cama 15
años después de su muerte. Si, habéis leído bien, 15 AÑOS. No lo encontraron
porque se acordaran de él. Lo encontraron porque a una vecina le molestaban el
ruido que hacían las palomas al entrar y salir de su edificio. Hay que ver lo
útiles que son a veces las vecinas cojoneras de más. Es un fastidio morir solo,
pero que nadie se acuerde de ti ni eche una lagrimita es muchísimo peor.
La casta soltera tiene mucho
a su favor aparte de la buena fama, pero
hay 2 grandes temores que nos aterran.
Una es los domingos por la tarde sin un puñetero plan, o peor, acompañado de amigos emparejados, y la otra es morir solo
y que nadie se acuerde de ti. Por supuesto que la casta emparejada tiene miedos
escabrosos, podría enumerar muchísimos, pero la tengo tan idealizada, que
prefiero callarme por no romper en cierta manera la magia. El sueño de hacerle
un corte de mangas a mi soltería es un sueño que quiero realizar antes de
cumplir 40.
Pero estaría mal que no
reflejara por escrito que estar solo tiene muchísimas ventajas. La primera y
más maravillosa es dormir solo. Es un auténtico placer maravilloso dar mil
vueltas sin tocar a nadie y no ser golpeado en mitad de de la noche es un lujo
que no quiero perder por nada del mundo. Otra, ir al cine con la única compañía
de un botellín de agua y una bolsa de 500Gr de gusanitos de queso para poder
disfrutar dejándote llevar por las emociones de la película que se te antoje
ver, sin pensar que tienes a tu lado alguien descojonándose de ti ni echándote
en cara la peli horrible que está viendo por ti. Puesto a pensar, sentarte en
un sillón relax, desparramado, escuchando tu respiración solo…
Empiezo a pensar que todos
estamos donde queremos estar, mal me pese a mí. Solo le pido a Dios tener
vecinas muy cojoneras, muchas palomas y domingos por la tarde con planes, y si
he dejar la casta soltera, porque escrito está, que sea cuanto antes.
¡magnífico! nene, me alucinas con tus escritos, eres genial, y me veo muy reflejado en muchas cosas; yo también estoy aprendiendo a hacer más cosas solo, a ver que remedio jeje buen finde estansito, besicos de tu Juancalicos
ResponderEliminarQue razón tienes con los Domingos tarde...jajaja sin planes son depres¡¡¡...yo si tengo a esa vecina jajajja¡¡¡ Besoss
ResponderEliminarmuy bueno¡¡¡¡¡ me siento identificado en muchas cosas¡¡¡ lo único que no dejas margen a la posibilidad de cambio..
ResponderEliminarVamos por partes. Estar soltero no significa estar o tener que estar solo.
ResponderEliminarLos planes los hace uno, y se puede hacer plan en compañía o plan de pasar la tarde haciendo muchas cosas que se pueden hacer solo.
Lo de la cama, te doy la razón en parte. Vale, tú retratas la parte buena de dormir solo. Pero acompañado también la tiene, abrazarte o dejarte abrazar, y hay gente que tiene muy buen dormir. Despertarte en pleno invierno y saber que te sientes arropado con calor de otra persona, querida, que huele bien, que te susurra cosas bonitas al oído.
No me da miedo quedarme sola, de hecho he aceptado que me he quedado sola.
Lo de la señora esa que nadie vio durante 15 años le puede pasar igual a padres de familia, mujeres enamoradísimas, jefes encantadores. Es nuestra sociedad y nuestro egoísmo el que permite que pasen esas cosas. Nos da miedo saludar en el ascensor, saber quienes son nuestros vecinos, contar nuestras cosas (eso solo lo quieren hacer en programas cutres y con dinero de por medio)...
Hemos renegado tanto de los vecinos que ahora nos daremos cuenta que cumplían su papel. No había ancianos siempre solos, ni enfermos a quien nadie visita. Son valores a recuperar.
Solo o acompañado, querido Antonio, depende de tí, tú decides. Con amor, siempre.
Muy cierto lo descrito,pero maria mercedes tambien tiene mucha razon.besos a ver si escribes mas amenudo.
ResponderEliminarYo que quieres que te diga, lo de que dormir solo es una gozada, es MENTIRA, dormir acompañado es lo mejor que te puede pasar, claro está, te tiene que gustar la persona con la que duermes. Y respecto a los domingos por la tarde, que quieres que te diga a mi no me gustan nada, de hecho me horrorizan, me ponen de mal humor y eso que estoy acompañado. PDT, me gusta tu autocrítica.
ResponderEliminarUno idealiza el momento en que encuentra a esa persona idónea con la que dormir de por vida, pero una vez que las noches esporádicas se convierte en la rutina de semanas, meses y años, se añora la libertad de una cama solitario y todo el silencio que eso conlleva. Siempre queremos lo que no tenemos, así de inconformistas somos
ResponderEliminarA mí, a veces me agobia la soltería, especialmente algún domingo por la tarde...
ResponderEliminarOtras veces me encanta...
Me ha gustado mucho...real como la vida misma
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